Una horda enardecida de habitantes del barrio Mojica I, que curioseaban el homicidio de un hombre en plena cancha del barrio en mención, atacó hoy con palos, piedras, patadas y puños a un equipo periodístico del diario Q'hubo que llegó al lugar de los hechos para investigar sobre el acontecimiento.
El equipo era conformado por los periodistas Darwin Ávila, Mario Lince y el fotógrafoGiancarlo Manzano, que fueron agredidos primero verbal y luego físicamente cuando salían del lugar en un vehículo propiedad del periódico El País, casa editorial para la cual laboran los comunicadores.
El brutal ataque se presentó hacia las 12 del mediodía (9 de mayo 2013) exactamente en la Calle 79 con Cra 28 E5, oriente de Cali.
Según los propios afectados el atentado contra su humanidad se presentó cuando intentaban salir del lugar de los hechos, momento que aprovecharon los atacantes para rodear el vehículo y acto seguido golpear indiscriminadamente a los ocupantes, que sólo atinaron a tratar de cerrar las puertas para evitar ser golpeados. El grupo de energúmenos llegaba a treinta.
Sin embargo la fuerza los desadaptados era mayor y lograron propinar una golpiza a los comunicadores, que sólo estaban armados con sus grabadoras, cámaras, libretas y lapiceros.
Como vieron que no podían detener la partida del carro procedieron a romper los vidrios del automotor generando heridas en el rostro de Dar Ávila razón por la cual tuvo que ser remitido de urgencia a la Clínica Amiga de Comfandi, para ser tratado por los especialistas.
A su vez Mario Lince y Giancarlo fueron alcanzados por la esquirlas y tuvieron contusiones leves en su cuerpo que no revistieron gravedad
A las 5 de la tarde el periodista Darwin Ávila fue dado de alta del centro de salud y se recupera de las lesiones en la tranquilidad de se hogar
Sin embargo este es otro campanazo de alerta sobre el peligro que corren los periodistas y comunicadores caleños cuando ejercen el derecho a la libre expresión desde su ejercicio. Ya que cada vez más proliferan este tipo de hechos violentos y se vulnera la libre movilidad de los periodistas en el casco urbano de Cali.
Se hace un llamado a las autoridades, en este caso a las policiales, para que estén atentos a este tipo de agresiones contra periodistas, pues en el lugar de los hechos había presencia de por lo menos 20 uniformados, que miraban desde la barrera la gresca. Sólo dos patrulleros se atrevieron a enfrentar a los delincuentes y también resultaron lesionados en sus rostros.
******Amigos, les relato los hechos desde mi casa, para que les quede claro lo que pasó. En este momento tengo una incapacidad de dos días por las laceraciones y contusiones en todo el cuerpo, ya que la golpiza que recibí fue brutal.
Esto no le tiene que pasar a los periodistas ni a ninguna persona, porque va contra todo asomo de dignidad, igual me siento muy triste por lo que está pasando con la profesión y con este ciudad de violentos e intolerantes que sólo piensan en hacer el mal.
Pueden estar tranquilos, pues el susto va pasando. Eso sí, muchas gracias por todos los mensajes de apoyo y por la preocupación mostrada, los quiero mucho.
Por último quiero decirles que amo esta profesión, es una pasión que corre por mis venas y no la dejaré así me dé contra el mundo. Como dice una amiga: "al árbol que da buenos frutos es al que le tiran piedras". Buenas noches .
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