En Jamundí vive el hombre más pequeño del Valle del Cauca, tiene 18 años y es reconocido como ‘el pulgarcito’ del municipio. Juega fútbol, nada, se entrena y quiere conseguir empleo.
Por Darwin Ávila, reportero
Camilo Andrés Alzate Ramírez es un hombre de 18 años que vive en el cuerpo de un niño de 4. Pero eso no es limitación para que juegue fútbol (como arquero), practique natación y patrulle las calles de Jamundí en una bicicleta cross que le regaló su papá.Paisa, de 87 cm de altura y fiel seguidor del Nacional, es quizá el hombre más pequeño del Valle y pasa sus días esperando que la vida lo deje ‘crecer’ y ver jugar a su equipo en un estadio, pues sólo lo conoce por televisión.
Consciente de su condición y de ser un hombrecito en sentido literal, tiene claro que quiere ser grande en pensamiento y acción, por eso se entrena en presentaciones artísticas para así trabajar y pagar su estudio.
Nunca ha abandonado a su mamá y a su hermana, con quienes vive en el barrio Popular, así como tampoco sus gafas Ray Ban oscuras, que lo acompañan todos los días en su rutina en ‘bici’.
Para los habitantes de Jamundí Camilo es un ícono de la ciudad y es común que la mayoría de gente lo salude en la calle, “no me avergüenzo de mi situación pues ya entendí que tengo que vivir con esto. Lo mejor de todo es que me reconocen, aunque necesito un apoyo real de parte de la comunidad”, expresa.
Su madre, Luz Ramírez, manifiesta con alegría que toda la vida lo han querido y que lo respetan como un hombre mayor de edad.
Y aunque todos los días piensa en su educación, la falta de empleo es un factor que lo aleja de su objetivo.
Por ahora Camilo, con la frente en alto, vive en una casa arrendada y dice que lo que más quiere es encontrar una vivienda digna, además que le colaboren con un tratamiento de ortopedia, pues tiene un problema que lo aqueja desde hace algún tiempo.
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