miércoles, 11 de febrero de 2015

AIRSOFT, UN DEPORTE MILITAR

Deporte aficionado. A Cali llegó una disciplina que utiliza la estrategia militar para la sana recreación de los deportistas.


Por Darwin Ávila Vanegas @hagameuncruce


Si usted ve a un grupo de mercenarios con armas neumáticas en el norte de la ciudad no se asuste, no son terroristas atacando objetivos militares, se trata de jugadores de airsoft, una nueva disciplina que toma fuerza en Santiago de Cali.

El airsoft es un deporte de simulación y táctica que trata de acercarse, lo más que se pueda, a la rama militar: misiones, indumentaria, réplicas de armas con DNA (dispositivo neumático de airsoft), elementos muy similares a las normales.

Nació en Japón a finales de la II Guerra Mundial, cuando por la prohibición de tenencia de armas, los ciudadanos y amantes de éstas empezaron a crear réplicas coleccionables que luego se utilizaron para hacer enfrentamientos con fines recreativos.

Y aunque a América el airsoft llegó en 1980, hace cinco años que los caleños se le midieron a este novedoso reto que cada día se masifica más

¿Cómo se juega?


Con arma en mano se proponen misiones, simulación militar, simulación táctica, equipo contra equipo, también partidas de dominación, de operaciones de eliminación a muerte -todos contra todos- donde el último que quede vivo es el ganador de la partida.


El que sea impactado por un proyectil, que es de PVC, a diferencia del paint ball que es de pintura, grita: “Muerto” o “Hit”. En el airsoft se maneja más que todo el honor de caballeros, allí también se juega la honestidad del competidor.

En cuanto a la extensión de tiempo. Estas partidas -si son de equipo contra equipo eliminación- pueden durar de 30 a 40 minutos; si son un juego de simulación militar con objetivos se alarga a tres horas y si es un juego rápido de eliminación de diez a 15 minutos.

“La finalidad es entretener, distraer y no dejar esa actividad meramente a los militares, sino también traer un poco de eso a la vida civil como un juego”, explica Carlos Mitchell Arana Martínez estudiante universitario quien hace parte de la Asociación Deportiva Club Airsoft Cali, la más importante de la ciudad.

Precisamente sobre esta asociación hay que resaltar que es pionera en la práctica de este deporte en ‘La Sucursal del Cielo’ y que cuenta con al menos 70 integrantes quienes se reúnen los domingos cada 15 días en algún escenario que esté adaptado para la práctica.

“Los fines de semana en Cali son prácticas o juegos amistosos. Si hay otros clubes que nos invitan ahí es donde evaluamos la calidad del jugador o del club”, comenta Arana.

Los roles en el entrenamiento


Para cada práctica de airsoft los equipos suelen contar con papeles a lo largo del juego.


Por ejemplo se utiliza mucho el rol de fusilero que puede desempeñar cualquier jugador que haya tenido un entrenamiento previo. Éste debe ser habilidoso -a media y corta distancia- y maneja armas tipo fusil y a veces pistolas.

También existe el tirador o selecto que armado con réplicas M21, el Zastava M76 o el SR-25 brinda apoyo de media distancia a los grupos de avance.

El francotirador o Sniper es el que se mueve acompañado de un binomio para tirar a grandes distancias y el ingeniero de explosivos, que instala y controla las detonaciones de las minas de airsoft en el terreno.

Según los practicantes de este deporte, cualquier persona mayor de edad puede empezar a entrenar, y especializarse en una verdadera disciplina militar.

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Airsoft Cali
Si desea info o guía para practicarlo o en el portal www.airsoft-cali.com

DATOS Y CIFRAS
6 milímetros mide un balín de PVC, que pesa 0,20 gramos.

5 metros. es la distancia mínima desde la cual se puede disparar.



"Lo importante es la descarga de adrenalina al jugar y también el fomento del deporte"

Mitchell Arana Martínez
Integrante de la Asociación Deportiva Club Airsoft Cali

¿CUÁNTO VALE PRACTICARLO?


Réplica de arma: se consigue desde 500.000 pesos en adelante.
Uniformes: En tiendas deportivas de 100.000 a 200.000 pesos.
Balines: una libra de PVC (5.000 proyectiles biodegradables), cuesta 30.000 pesos.