lunes, 22 de febrero de 2016

¡1.480 METROS DE DEPORTE Y VIDA!

Cali vital.  el cerro de las tres cruces sigue siendo el lugar preferido por los caleños para realizar actividad física y recreación


Por Darwin Ávila Vanegas


Paola Ossa, una caleña de 26 años de edad, residente en el norte de Cali, lleva más de dos años realizando actividad física en el Cerro de las Tres Cruces, una experiencia que no solo la mantiene renovada  sino que le ha cambiado la vida.


Tres veces por semana realiza el ascenso a la montaña, que desde los años de upa ha sido escenario de deporte y recreación para los caleños, y  que alcanza los 1.480 metros sobre el nivel del mar.



Altos de Normandía es el sitio de salida usual para Paola,  sin embargo existen otros puntos de acceso como lo son: Bataclán y Chipichape, además de la entrada vehícular, una carretera destapada que se extiende  alrededor de la montaña en 7 kilómetros aproximadamente.



 Este escenario natural es baluarte y símbolo de la ciudad de Cali y en otrora  fue noticia por la historia de ‘Burizaco’, un demonio que habitaba en  lo más alto y por el que se construyeron las tres cruces en el año 1937.


Paola Ossa y Shirley García, dos deportistas caleñas en  el cerro.
Un equipo de Q’hubo se puso los tenis para conocer de cerca la actualidad del cerro tutelar de la ciudad.


Primero hay que decir que desde las 5:00 a.m. los caleños aficionados al deporte inician su práctica, Paola, por ejemplo, arranca el ascenso  a las 6:00 a.m. en compañía de Shirley García, su compañera de entreno.



 “Me parece muy bien el ejercicio en el cerro, es uno de los mejores epicentros deportivos, porque es gratuito y la gente busca economía, además se fortalece el ritmo cardiaco y las piernas”, expresó Paola.



Mientras caminaba hacía la cima hablamos con Carlos Stalin Dejanón, natural  de Estados Unidos, quien lleva más de 15 años  haciendo senderismo en el cerro.



Este profesional de las lenguas extranjeras, que dedica su vida a disfrutar de la naturaleza, piensa que ese espacio es el mejor lugar para llenar los pulmones de oxígeno, sin embargo cree que aún falta mucho en materia de seguridad para todos los visitantes

.
“La seguridad ahora es un poco mejor, pero antes había mucho vándalo, es algo que debe mejorar”, dijo  Dejanón.


En el trayecto, antes del descanso, se ven alrededor de 6 auxiliares de Policía, sin embargo son 25 los que cuidan todo el recorrido, más los 20 que permanecen en la subestación del Cerro de las Tres Cruces.



Así lo afirmó el Mayor Jhon Jairo Vargas Castaño, comandante del Distrito I de la Policía Metropolitana de Cali, encargado de la seguridad de esa zona, quien es consciente de los problemas de este tipo.


Muchos le tienen miedo a esta pared, por la inclinación que tiene.
“Tenemos  servicio permanente para la seguridad en dicho lugar, Policía de Carabineros, caninos y auxiliares bachilleres para contrarrestar atracos, hurtos, y peleas que se puedan presentar”, puntualizó el Comandante.


Vargas comentó además que algunos delincuentes se camuflan entre los deportistas para cometer delitos, sin embargo explicó que la seguridad comienza en cada ciudadano.



“Recomendamos a la comunidad utilizar las vías reglamentadas o las que tengan mayor afluencia, por lo regular a veces se toman caminos distintos   que son alejados, no contamos con la presencia en esos lugares y entonces ahí es donde cometen hurtos”, finalizó.



Entre las 500 personas que ascienden entre semana a la montaña, nos encontramos a Stefanny Moncada, caleña que lleva  tres meses seguidos ejercitándose allí.



Para ella el plan es muy gratificante y como  muchas mujeres que les gusta pulir su cuerpo con las caminatas, sube la famosa pared con unos pequeños cojines rellenos de arena, amarrados en sus piernas, que pesan más de 2 kilos cada uno.



El periodista Darwin Ávila, en la piedra de las fotos.
 “Es rico, porque uno se despeja, es bueno para la salud, el terreno es chévere,  porque se baja con otro pensamiento y con los policías uno se siente seguro”, dijo Stefanny.



 Luego de una hora de recorrer ese paraíso natural se llega a la cima, donde confluyen adultos mayores, mujeres, niños, ciclistas, mascotas y vendedores estacionarios.



 Conversamos con Rafael Granada, un hombre  que lleva 19 años vendiendo jugos en un puesto.



Todos los días desde las 5:30 de la mañana y hasta la 1:00 p.m. ofrece néctares  de naranja, mandarina, zanahoria, uva a 2.000 y a 4.000 el vaso, a los sedientos deportistas.



“Hay días que nos va bien, no es consistente”, declaró el vendedor mientras exprimía una fruta cítrica.



Unos metros más arriba, en la base donde se erigen las tres cruces, una de las cuales mide 26 metros de altura y 11  de ancho, decenas de personas aprovechan para realizar ejercicio funcional, en un gimnasio que ha mejorado su infraestructura.


La mayoría de  caminantes descienden por una ruta que lleva a Altos de Normandía.
Sobre las ventajas de la actividad deportiva en el sendero, el entrenador personal Alejandro Valencia, de Runners Cali, dijo que lo primero que se fortalecen son las piernas y glúteos. 


 “En el entrenamiento le permite a las personas dominar la potencia en sus extremidades inferiores. Además en la cima se pueden  hacer otros trabajos como abdominales, brazo y pecho”.



Para Alejandro lo positivo es que en las distintas rutas se adquiere nivel físico más capacidad pulmonar y ‘cardio’ esto, sumado al contacto con la naturaleza, mejora el funcionamiento del corazón y del cerebro.



Con toda esta oferta deportiva nadie se puede resistir a visitar el Cerro de las Tres Cruces, un lugar que se debe dejar tal como se encontró para que las futuras generaciones puedan disfrutarlo a plenitud.



2.2


kilómetros de caminata   recorren los deportistas.

3 comentarios: