Crónica. Revivimos las vacaciones del Chavo del 8, en la costa pacífica mexicana
Por Darwin Ávila V.
Enviado especial a Acapulco
Cuando alguien pregunta por el Chavo del 8 en las calles de Acapulco, estado de Guerrero, cualquier ciudadano te remite al antiguo hotel Continental, hoy Emporio, sitio en el que en 1977 se grabaron los episodios 173, 174 y 175 de las vacaciones de la vecindad, los que aún permanecen grabados en la mente de los mexicanos.
Cuando alguien pregunta por el Chavo del 8 en las calles de Acapulco, estado de Guerrero, cualquier ciudadano te remite al antiguo hotel Continental, hoy Emporio, sitio en el que en 1977 se grabaron los episodios 173, 174 y 175 de las vacaciones de la vecindad, los que aún permanecen grabados en la mente de los mexicanos.
Es más, de inmediato te empiezan a relatar historias de la época en la que centroamérica se rindió a los pies de uno de los grandes humoristas latinoamericanos: el gran ‘Chespirito’.
Una sola vez bastó
Eran años en los que la serie gozaba de gran popularidad en territorio ‘manito’, por lo que su creador, Roberto Gómez Bolaños, decidió sacar por primera vez del ‘set’ a los protagonistas y llevarlos a un sitio de gran afluencia de turistas, para generar mayor impacto.
De inmediato se trasladó la producción a las playas de Acapulco. Allí, en ese lujoso hotel llamado Continental, se reservó gran parte del balneario para que los actores principales (ver recuadro), hicieran de las suyas.
Hay que recordar que en el argumento principal del primer episodio de las vacaciones, La Chilindrina se gana un viaje a Acapulco para dos personas con todos los gastos pagos, luego de comprar un producto para brillar plata. Lógicamente viajó con su papá: Don Ramón.
Los habitantes de la vecindad, al enterarse de que ellos irían a la playa, se montaron en el paseo y es así como Doña Florinda, Quico y hasta el Profesor Jirafales terminaron reunidos en ese paradisiaco escenario.
El Chavo, quien en principio se había quedado solo en la vecindad, fue invitado por el señor Barriga, quien al llegar a cobrar la renta y darse cuenta que se habían marchado, decidió llevarse al niño al mismo destino y armar tremendo alboroto en el hotel.
De ahí en adelante el director de la serie, Enrique Segoviano, comanda una serie de eventos cómicos sin relación entre si, con los niños y adultos de la vecindad, en distintos lugares del complejo.
La fiebre por El Chavo del 8 en Acapulco
Son esos aficionados a las travesuras del chavito, los que llegan cada año al hotel Emporio - una mole de 422 habitaciones erigido en la Avenida Costera Miguel Aleman- a averiguar si existe algún recuerdo de esa grabación, algo que los acerque al espíritu de Roberto Gómez, fallecido en 2014.
Pues resulta que sí, existen varios lugares dentro de la edificación que dan fe del hecho. Don Manuel Fajardo, jefe de botones en el hotel, es el más indicado para hablar del tema, pues con 20 años de experiencia en los servicios turísticos, ha recolectado suficiente información para ofrecerla a los cientos de curiosos.
Con gran elocuencia ofrece un ‘mini tour’ para conocer de cerca la experiencia. La primera parada es la puerta principal giratoria, famosa pues en la llegada a Acapulco, El Chavo entra por ella junto con el Señor Barriga y al dar la vuelta completa termina de nuevo en la calle con la frase célebre: “no sabía que el hotel era lo mismo por dentro que por fuera”.
Luego, la parada obligada es la alberca (piscina), en la que se realizó la producción del segundo capítulo, con escenas inolvidables como en la que El Chavo se burla del vestido de baño de Doña Florinda y cuando ella viene a defenderse del insulto lanza al agua a Don Ramón, quien a lo largo de la serie, termina siempre ‘llevando del bulto’.
El tercer atractivo es el restaurante -antes llamado Las Bugambilias, hoy en día Condimento- donde se grabó la escena del desayuno en el tercer episodio, la misma en la que El Chavo destruye la mesa donde se reune a comer la vecindad, para luego terminar pidiendo una torta de jamón.
Al final, don Manuel, con la marca de los años que le brindan algunas canas y la amabilidad que lo caracteriza, muestra la habitación 1027 y la 1031, donde se hospedó el protagonista de la serie.
Es tan famosa la recámara, que algunos huéspedes que reservan con antelación, pagan por la exclusividad de llegar a ésta y revivir la escena de la vista en el balcón, para tomarse la misma foto.
“Los que visitan el hotel preguntan por la habitación del Chavo del 8, principalmente los brasileros y colombianos, les da curiosidad saber dónde se grabaron las Vacaciones en Acapulco”, explica Fajardo.
Recuerdo de un grande
Otro que rememora como si fuera ayer, lo que se vivió hace 39 años, es Francisco Torres, encargado del área de piscinas quien alcanzó a ver parte de la grabación de la playa, en el remate de la noche cuando El Chavo cierra con el tema ‘Buena noches vecindad’ y que fue de su autoría.
“Lo mejor es ver a la gente llegar al hotel para tomarse fotos en los lugares en que se divirtió el Chavo del 8”, dijo ‘Pacho’.
Don Amaury Granados, acapulqueño, también se unió a los reconocimientos hacia el chavito.
“El programa fue hecho para adultos y aunque ya él no exista nos dejó un gran legado, hoy se repiten los capítulos hasta tres veces por día”.
En los corredores del Emporio aún se escucha la voz del Chavo del 8 y de La Chilindrina, los gritos del profesor Jirafales y las risas de miles de latinoamericanos que llevarán por siempre a su personaje en los corazones y lo recordarán como el niño huérfano que les devolvió la ilusión, a pesar de las dificultades, y como diría el mismo chavito... Eso, eso, eso...
El reparto viajó a Acapulco
En los primeros meses de 1977 los personajes principales de la serie El Chavo del 8, se desplazaron vía aérea a Acapulco, México, para grabar 3 episodios llamados: Vacaciones en Acapulco. Fueron emitidos entre mayo y junio del mismo año y repetidos en 1978-1979. El Chavo, Quico, Don Ramón, Doña Florinda, El Profesor Jirafales, El Señor Barriga, La Chilindrina, Doña Clotilde y Horacio Gómez (como el mesero), fueron los elegidos para la aventura. Se dice que fue la despedida de Carlos Villagrán.
El reparto viajó a Acapulco
En los primeros meses de 1977 los personajes principales de la serie El Chavo del 8, se desplazaron vía aérea a Acapulco, México, para grabar 3 episodios llamados: Vacaciones en Acapulco. Fueron emitidos entre mayo y junio del mismo año y repetidos en 1978-1979. El Chavo, Quico, Don Ramón, Doña Florinda, El Profesor Jirafales, El Señor Barriga, La Chilindrina, Doña Clotilde y Horacio Gómez (como el mesero), fueron los elegidos para la aventura. Se dice que fue la despedida de Carlos Villagrán.